Es una habilidad metalingüística, en la cual el niño es consciente de que un grafema tiene un fonema; y, que además, es un componente del acto de leer. Esta se desarrolla teniendo contacto con el mundo letrado y con actividades que estén orientadas a ello. Asimismo, se basa en principios tales como partir con un clima de diversión, con textos completos y de actividades simples hasta las más complejas.
La conciencia fonológica requiere de determinadas actividades para su desarrollo, las cuales corresponden a los niveles que presenta, estos son:
- Conciencia lexical, en el cual se emplean actividades como separar o sustituir palabras con palmas o simplemente contar las palabras.
- Conciencia silábica, emplea actividades como, por ejemplo: hacer un desfile contando las sílabas
- Conciencia fonémica, esta emplea actividades como aislar fonemas, segmentar fonemas, entre otros.
En mi experiencia, recuerdo que cuando estaba en primer grado de primaria, mi maestra ejecutaba en el aula con todos los estudiantes, incluyéndome, la actividad de separar las sílabas con las palmas y la segmentación de fonemas, por ejemplo, ella nos hacía pronunciar los fonemas de la siguiente manera: /s/ - /a/ - /p/ - /o/ , y no así: "ese" - "a" - "pe" - "o", ya que sería un error. Por ello, considero que mi maestra sí desarrolló la conciencia fonológica, tanto en mí como en mis compañeros.
Asimismo, como docentes tenemos esa responsabilidad de desarrollar esta conciencia fonológica en los niños, para que así reflexionen sobre su lengua oral y los componentes de la misma.
Asimismo, como docentes tenemos esa responsabilidad de desarrollar esta conciencia fonológica en los niños, para que así reflexionen sobre su lengua oral y los componentes de la misma.
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